La inseguridad en los hospitales del país quedó en evidencia tras varios casos de robo de bebés registrados en los últimos años. Aunque el Ministerio de Salud Pública prometió reforzar los controles con más cámaras y medidas estrictas, los hechos recientes demuestran que las vulnerabilidades persisten.
Promesas de mayor seguridad
En diciembre de 2022, una bebé fue sustraída del Hospital Materno Infantil San Pablo y recuperada horas después en Caacupé. Este caso generó indignación y llevó al viceministro de Salud Pública, Dr. Hernán Martínez, a anunciar medidas como la instalación de más cámaras de circuito cerrado y la implementación de controles estrictos.
Entre las propuestas, se planteó una normativa para restringir visitas en las salas de alojamiento conjunto, limitando el acceso únicamente al padre y los abuelos, mientras que la madre permanecería en todo momento con el recién nacido. Asimismo, se prometió llevar un registro detallado de las personas autorizadas a ingresar.
El viceministro también destacó la necesidad de que los hospitales cuenten con cámaras en perfecto funcionamiento. Aunque aseguró que harían “lo imposible” para aumentar la cantidad de dispositivos en los hospitales, estas promesas quedaron en duda ante los últimos sucesos.
Nuevos casos que alarman
El problema del robo de bebés no es nuevo, pero los casos recientes reavivaron la preocupación.
• 22 de diciembre de 2024: En el Hospital Distrital de Paraguarí, una mujer vestida como enfermera engañó a la madre de una recién nacida, llevándose a la bebé bajo el pretexto de realizar estudios médicos. La madre, Elizabeth Rodríguez, relató que la mujer, de complexión robusta y cabello rubio, nunca regresó con su hija, lo que desató la búsqueda inmediata.
• Enero de 2025: El caso más actual fue en el Hospital General de Barrio Obrero, donde otra recién nacida fue raptada por una persona que se hizo pasar por personal del hospital. Horas después tras un operativo policial, la mujer fue encontrada en Puerto Elsa junto con la beba.
Estos casos reflejan que el modus operandi de los delincuentes varía, pero suelen aprovecharse de la vulnerabilidad de las madres. Desde ganar su confianza como “ayudantes” hasta hacerse pasar por enfermeras, las brechas de seguridad en los hospitales siguen siendo un factor crítico.
Los hospitales más afectados
Algunos hospitales, como el Materno Infantil San Pablo, el Regional de Caacupé y el Hospital de Encarnación, figuran entre los que más denuncias de robo de bebés registran. Las autoridades reconocen que los sistemas de seguridad son limitados y muchas veces obsoletos, lo que facilita el acceso de personas ajenas.
Casos históricos para recordar
El robo de bebés no es un problema reciente en Paraguay. Algunos casos emblemáticos incluyen:
• 2017: Cuatro casos registrados, dos de ellos en Caacupé. Todos los bebés fueron recuperados, excepto uno que fue comercializado hacia Brasil.
• 2013: Una mujer con antecedentes sustrajo una bebé en Curuguaty, quien fue recuperada días después.
• 1996: En la Cruz Roja Paraguaya, una bebé fue robada por una mujer que se hizo pasar por enfermera. La menor nunca fue encontrada.
Estos antecedentes demuestran que el problema lleva décadas afectando al país, sin que se implementen medidas sostenibles para garantizar la seguridad de los recién nacidos y sus familias.
¿Qué se está haciendo?
Aunque se prometió avances tecnológicos como cámaras de seguridad y registros digitales de visitas, los recursos asignados no siempre son suficientes para cubrir las necesidades de los hospitales. Las autoridades insisten en que los controles se están reforzando, pero la falta de resultados concretos genera desconfianza en la población.
Fonte: Paraguay.com