Paraguay enfrenta una grave crisis de salud pública, ya que según datos del Ministerio de Salud, más del 60% de la población padece de sobrepeso u obesidad.
Este alarmante porcentaje refleja una situación crítica: casi 7 de cada 10 paraguayos sufren de esta enfermedad, lo que coloca al país en una posición de riesgo en términos de salud. La obesidad no solo es un problema estético o de bienestar físico, sino que está directamente relacionada con múltiples complicaciones de salud, como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, estas últimas siendo la principal causa de muerte en el país.
Las autoridades de salud advierten que la obesidad debe abordarse con urgencia, implementando políticas de prevención y promoción de hábitos de vida saludables. No obstante, la lucha contra este problema es compleja, ya que involucra factores como el sedentarismo, la mala alimentación, el estrés y la falta de conciencia sobre los riesgos asociados. Se requiere de un esfuerzo conjunto entre el gobierno, las instituciones de salud y la población en general para combatir este mal que impacta profundamente en la calidad de vida de los paraguayos.
La obesidad a nivel mundial
El escenario global es igual de preocupante. Según un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado por la revista The Lancet, más de mil millones de personas en el planeta —una de cada ocho— sufren de obesidad. Este informe, realizado en colaboración con el Imperial College de Londres, alerta sobre cómo esta enfermedad crónica se ha convertido en la forma más común de malnutrición a nivel mundial.
El estudio revela cifras alarmantes: en 2022, alrededor de 159 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años padecían obesidad, mientras que en los adultos la cifra ascendía a 879 millones. La tasa de obesidad infantil y juvenil ha aumentado cuatro veces en comparación con 1990, y entre los adultos, la prevalencia se ha duplicado en las mujeres y triplicado en los hombres.
Para el profesor Majid Ezzati, uno de los responsables del informe, el hecho de que la epidemia de obesidad que era visible entre los adultos en los años noventa ahora también esté afectando a niños y adolescentes es un claro signo de la gravedad del problema. “Es muy preocupante que esta tendencia siga creciendo sin un control efectivo por parte de las políticas públicas de los países”, advirtió.
La urgencia de una solución integral
Tanto a nivel local como global, la obesidad dejó de ser solo un problema individual. Las complicaciones de salud asociadas con esta enfermedad tienen un impacto económico significativo en los sistemas de salud, que deben destinar cada vez más recursos a tratar enfermedades crónicas como la diabetes y las afecciones cardíacas. En Paraguay, la atención médica pública ya está sintiendo el peso de este problema.
Para revertir esta tendencia, es necesario implementar estrategias que aborden la raíz del problema, como la promoción de la actividad física, la mejora del acceso a alimentos saludables y la educación en salud desde temprana edad.
Fonte: Paraguay.com