Esta bacteria puede causar desde enfermedad leve a grave, empezando solamente con un simple dolor de garganta o con la infección de una minúscula herida en la piel. De allí la importancia de los cuidados sanitarios y alimenticios, como los que nos proporcionaron un médico pediatra y una profesional en nutrición.
El Ministerio de Salud, a través de la Dirección General de Vigilancia de la Salud, informó el miércoles último sobre el lamentable fallecimiento de una paciente de 13 años en el Hospital Pediátrico de Acosta Ñu, debido a un choque séptico causado por la bacteria Streptococcus pyogenes.
La misma, se transmite a través de gotitas respiratorias o por contacto directo con las personas infectadas que propagan las bacterias al hablar, toser, estornudar, e incluso puede transmitirse por contacto con objetos y superficies contaminadas.
“También le llaman bacteria asesina por la agresividad que a veces presenta, y en países vecinos como Chile y Argentina se da una circulación alta en esta época y hablan de una suerte de combinación con cuadros respiratorios”, explicó el médico neonatólogo pediatra, Robert Núñez.
Dicha bacteria (que se da se da en 1 a 3 de cada 100.000 habitantes) se manifiesta con dolor de garganta, fiebre y erupciones en piel con enrojecimiento y dolor. Da cuadros respiratorios (faringitis, faringoamigdalitis, otitis media, sinusitis, aunque según el profesional, los casos graves se relacionan a los problemas de piel, lesiones como celulitis o infección de pequeñas heridas generadas incluso por simple rascado.
“En la piel a veces hay rascado y por ahí ingresa y atacando órganos y, en el caso de la niña fallecida probablemente hizo un shock séptico. Puede incluso impactar a nivel cardíaco y de esa manera el cuerpo ya no puede reaccionar. Es por eso que le dicen también ‘bacteria asesina’”, explicó.
Poco usual, pero se da
Núñez, coincidió con colegas que afirman que es raro que se den cuadros graves, aunque agregó éstos se dan principalmente en chicos en quienes no prima la higiene, con lesiones en la piel y por no darse una consulta precoz.
“Generalmente no pasa nada si un niño tiene un buen estado inmunológico. Es más individual el tema de esta bacteria, no es que porque yo tuve, el otro también va a tener. Pero si, es contagioso”, continuó diciendo.
El hecho de la presencia de granitos en las piernas, picaduras de arañas, mosquitos y hasta piojos, mismos que generan que el niño se rasque, representa “una invitación” para dicha bacteria. Por esa razón, desinfectar siempre las heridas e ir a consultar tempranamente, ayudará y mucha a la prevención de casos graves.
“En la piel a veces hay rascado y por ahí ingresa y atacando órganos y, en el caso de la niña fallecida probablemente hizo un shock séptico. Puede incluso impactar a nivel cardíaco y de esa manera el cuerpo ya no puede reaccionar”
Robert Núñez, médico neonatólogo pediatra
¿Cómo prevenir?
-Si presenta tos, usar mascarilla y lavarse frecuentemente las manos. Si es necesario, utilizar pañuelos de papel de un solo uso y desecharlos inmediatamente luego de la utilización.
-Ventilar los ambientes todos los días y evitar hacinamiento de personas.
-No compartir objetos personales como toallas, cubiertos, vasos, bombillas, etc.
-La persona infectada debe evitar concurrir a lugares públicos (trabajo, escuela) y restringir los contactos hogareños.
-Limpieza y desinfección frecuente con lavandina o alcohol al 70 % de superficies y juguetes.
Buena alimentación, una muralla importante
Selva Montanía, nutricionista, igualmente ofreció unos tips alimenticios de modo a cuidar nuestra microbiota intestinal (conjunto de organismos que viven en el intestino), para que esta pueda cuidarnos
“Para ayudar a que nuestro cuerpo combata dicha bacteria, debemos llevar una alimentación que aporte fibra prebiótica (frutas, verduras, legumbres, granos integrales, etc.) que alimenten a nuestra microbiota intestinal”.
Alimentos ricos en fibra, frutas, verduras, legumbres, granos enteros. Yogur natural, frutos secos y semillas. Grasas saludables, una buena hidratación y, evitar o limitar el consumo de alimentos ultraprocesados (colorantes, conservantes, aditivos) que pueden alterar el equilibrio de esa microbiota intestinal.
No está de más mencionar que la microbiota intestinal tiene varias funciones, producir sustancias antimicrobianas, fortalecer la barrera intestinal, modular el sistema inmune, y más.
“Hay otros factores a tener en cuenta, como la actividad física, gestión del estrés, pero lo que se refiere a alimentación es básicamente implementar una diversidad saludable”, terminó diciendo.
Fonte: Paraguay.com